jueves, 8 de octubre de 2009

“Carta a un amigo del alma”



“Amor mío:
Sigo sin noticias tuyas, no puedo creer que me
hayas olvidado ya. Mi vida sin ti es como un continuo
deambular de los días, uno igual al otro, sin mas objeto
que el de subsistir. Mi única esperanza es que pronto
pase el tiempo.
Te quiero tanto que aun hoy sueño contigo…si lo supieras. A todas horas solo tengo un
pensamiento: TU. A veces voy como si estuviera sonámbula, dando un paseo por el barrio. Me
paro frente a la puerta de la escuela donde tantas veces he recorrido tus brazos y al verla tan
vacía y tan triste no puedo contener mis lagrimas y mis labios han musitado tu nombre, una y
otra vez, hasta ver si a fuerza de llamarte, tu imagen querida aparecería frente a mi. Todo
inútil mi amor, tu ya no estas aquí y Corcovado se queda vacío. No puedo soportarlo. ¿Sabes
que hago todos los días? me levanto, desayuno y voy al colegio, donde estoy un rato en la
tarde y trato de refrescarme allí, para ver si así puedo dejar de torturarme pensando en que no
estas a mi lado, pero vuelvo a mi casa y me pongo cómoda para no salir a ninguna parte.
Intento leer, escuchar música, sea lo que sea, pero nada puede con tu recuerdo. Lloro cuando
oigo cualquier canción que hemos bailado juntos. No duermo si no tomo algo que me haga
dormir. Te amo…Te amo…Te amo…Cuando te vi otra ves, me sentí tan rara, tanto que me
paralice y no pude decirte nada, mi corazón enmudeció y mi vida comenzó a ser otra, esa en la
que yo sufría cada vez que observaba tu casa sola, abandonada con la falta de tu sonrisa.
Perdón, lo siento, porque estoy completa y ciegamente enamorada, por primera vez,
enamorada de ti. Se que no te alegraras al saberlo…pero lo siento en el alma amigo mío.
Como me gustaría creer que tu lo estas de mi como antes de la despedida…pero ya no
puede ser…y por mas que lo intento no me resigno a perderte.
Te amo…y siento hacerte daño, pero soy fiel a mis propios sentimientos y seria
engañarte si te digo lo contrario… aunque el que ama bien, desea el bien a su prójimo…y yo
deseo que sea así”


…Te amo…
Para A.M.B

Primer amor



La tarde recaía y un sentimiento de angustia caía por mi mejilla en forma de lágrima. Una lagrima sin comprensión.
El viento golpeaba en mí y mi cabello se repartía como ramas en primavera pero sin flor. Un sentimiento oscuro llego a mí por un momento. El sentimiento triste, el aviso de una despedida cercana. Yo jugaba como toda pequeña de doce años y al girar mi cabeza lo vi. El estaba posado sobre un portón esperando mi compañía. Pero estuve inmóvil frente a sus verdes ojos y no supe porque.
Mi mente se torno en blanco y comencé a moverme nuevamente para hacerme notar. Pero algo en mi interior me impedía acercarme al, abrazarlo, besarlo tal vez. Quizás por el cruel despecho de no encontrar explicación a su partida o quizás porque me invadía un sentimiento mas puro que el de una amistad.
Allí estaba, allí quedo esperando…siempre esperando…pero yo no pude. Detecte la tristeza que nos unía en el momento, pero cuando tome la decisión, el ya haba partido…partido para nunca mas volver. Me acerque temerosa al ultimo lugar donde lo vi y allí postrado el los troncos estaba mi nombre escrito y remarcado con tizas mas de cien veces…..denotando los minutos que estuvo allí…Me moví y note que todas las maderas del portón lo tenían…estaban escritas…carol…carol…carol…y en una esquina dibujado estaba un sincero corazón roto.
Desde ese momento lo extrañe, desde ese momento entendí que me haba enamorado por primera vez. Desde ese momento sufrí y llore, suplicándole a Dios que volviera otra vez…espere pero jamás en mis brazos lo volví a tener, a setirlo cerca como debia ser.
Solo los recuerdos me bombardeaban la mente y me hacían doler. Y la culpa era mía…era mía…la culpa de no tenerlo otra vez…de quien mas podía ser…
Siempre que salía, veía su casa tan vacía, que por las noches me invadían los deseos de llorar….vacía ya porque la sonrisa que aliviaba el día ya no estaba en su interior.


Y cuanto mas pasaba el tiempo, el hueco mas grande en mi pecho se hacia. Tanto creció que con la culpa que lo acompañaba sentí que de alguna manera debia taparlo. Debia hacerme daño. Hacerme un daño tan grande que así podría olvidar. Así, años después use mi cuerpo de manera dolorosa, con cualquiera que pudiera herirme como yo herí a mi amor o peor. De manera tan baja debia caer porque lo merecía al herir su corazoncito…debia sufrir para saber lo que el había sentido por mi. Y me herí…con ello entendí lo que era sentir frió bombardeando mi pecho constantemente…quizás jamás debería haberlo hecho…pero no existía otra manera…todos podrán juzgar m comportamiento pero nadie podrá decir que no ame. Que no entregue mi corazón en carne viva…que no sentí que era el verdadero amor…y que no sufrí por ello. Ya nada será igual pero se debe aceptar. No se si me equivoque, porque no lo pude olvidar y aun hoy por extrañarlo no puedo más. Porque después de todo esta vida sin el no es nada. Porque cada vez lo quiero mas…porque después de tanto llorar sigo haciéndolo por el.
No se que haría si lo volviera a ver, tal vez repetir la historia por tonta…o no…, pero lo que no puedo negar es que si lo vuelvo a ver y estoy bien, lo voy a besar hasta que no sea ya mas dueña de mi cuerpo. Hasta que nuestras almas se vuelvan una sola y hasta que el puro amor que llevo dentro florezca y de frutos.
Desde ese momento dejare de llorar, de sufrir, de no amar…de jugar con los demás…Desde ese momento dejare de privarme de lo que me atormenta para hacerlo. Saldré, iré de viaje y si es posible, el mundo recorreré. Me divertiré y jamás sufriré otra vez…No me privare de sentimientos…
Pero por el momento, lo único que me queda es aferrarme a mis verdaderos amigos, y compañeros que me aceptan como soy.
Y aunque todo lo que vea, tenga, y toque me recuerde a el hoy en día, como la escuela donde estudiábamos, mis muñecos con los que jugábamos, la música que escuchábamos, la marca de mis cosas, con años deberé reponerme. Ni siquiera se si después de todo se acuerda de mi, si me querré o si me odia, si lo que hago, hice vale algo para el. Si mi vida vale algo para el. Si alguna vez podré vivir una historia real. Una historia de amor que no me de pena describirla. Una historia, donde haya lágrimas pero no de dolor, sino de pasión…
Una gran historia de amor donde ninguno de los dos huya….sino donde los dos seamos uno solo ante todo…



FIN

...Tentacion de una noche de pasion...



La tormenta se acercaba. En sus ojos vi el refugio que necesitaba. En esos ojos claros que me brindaban en todo momento su amistad. Una amistad que sin dudas acabaría como algo más.
El cielo tiñéndose de gris y el viento pintado de amarillo hacían sonar las campanas. De pronto, sin pensarlo, en un suspiro me tomo en sus brazos y me llevo a un granero cercano. La lluvia resonaba sobre el techo. El silencio entre nosotros era fatal pero lo único que me hacia temblar era su aliento, su dulzura, su amabilidad…su respiración entrecortada que atravesaba todas las leyes del encanto, y por lo que yo me llenaba de escalofríos que recorrían mi cuerpo sin parar desde la punta de mis cabellos a la punta de mis pies.
Sin pensarlo, de repente, lanzo una estruendosa carcajada y me tomo en sus brazos. Veía su nívea garganta en la que palpitaba como un río de esperanza una purisima vena azul. Y allí, pegada materialmente a su piel sollozo…
---No te preocupes…todo va a estar bien…---Su imagen de protector me dejo mas tranquila. Pero estrechándome contra su pecho y emborrachándome con su dulce y maravillosa belleza sentía el morboso deseo de no dejarlo jamás.
De pronto un fuerte ruido asota las ventanas. Un árbol repleto de hojas rompe el momento. El me suelta con suavidad posándome sobre el heno. Corriendo, intenta mover sus ramas. Pero es inútil. El frío me hacia sufrir. El, preocupado abandona su trabajo y se acerca a mi. Despojando su rostro varonil se quita el saco y con ternura me lo pone.



Se arrima más y me susurra al oído…
---Estas conmigo…yo te voy a proteger esta noche…---sentía que éramos uno solo y deseaba a pesar de todo que ese momento no acabara jamás. Oyendo cada latido de nuestros corazones, lo abrace y comprendía que de aquello, de aquella alterada emoción, solo yo era responsable.
Aspire con fuerza el vigoroso aroma que se desprendía de el sintiendo una especie de turbadora molestia. Me separe de el con demasiada brusquedad y en la suave penumbra que nos envolvía pude leer perfectamente en su rostro varonil atractivo, que mi gesto le había dolido, aunque acostumbrada a reprimir sus sentimientos y emociones él esbozó una sonrisa que ocultaba, o lo intentaba al menos, esta nueva derrota. Sus dedos recorrieron tiernamente los amargos caminos de mi rostro bañado por la lluvia y por lágrimas de llanto de preocupación.
Era la única caricia que podía permitirle y puse en ella todo mi desgarrado e imposible amor.
---Gracias…---musite con mis temblorosos labios. No podía ni siquiera imaginarme lo bella que estaba en aquel momento.
Mi dolor me transformaba de tal manera, me convertía en un ser inalcanzable que era para el hombre que me amaba, más allá de toda esperanza, un gozo y un tormento. Tenía miedo de despertar ingratos fantasmas. Pero sentía que una creciente emoción se iba apoderando de mí. Y la ilusión fue tan viva, tan intensa, que desee con todas mis fuerzas acariciarle, reclinar su cabeza en mi hombro y dejar que el sonido de la lluvia nos envolviera eternamente. Mi corazón parecía haberse convertido en un furioso temblor manejado por un loco.
--- ¡No te vallas…!...no te vallas…---repetía mientras él me ahogaba con sus apasionantes besos, con aquellas locas caricias que era a lo mas que se permitía llegar.
Pero yo, en mi inconciencia, en mi vibrante necesidad de consuelo, le pedía más, buscaba un encuentro mas sólido y menos espiritual del que el se creía en disposición de devolverme.
--- ¡Te quiero…!... ¡Te necesito!---quemando los últimos restos de mi resistencia con el calcinante aliento de mi boca.
Deje que mi alma y mi cuerpo volaran al encuentro de aquel otro, todo, suavidad y dulzura que se acoplaba en mí, emoción, que buscaba en mi inconciencia, sus ángulos y sus más sobresalientes aristas, en una perfecta conjunción de entrega y placer, de emoción y romanticismo. Sus caricias eran tiernas, suaves, exquisitas que me transportaban a un paraíso que de otro modo me había sido imposible de encontrar.
---Perdóname…---decía---Perdóname…porque no te puedo negar estas migajas de felicidad---repetí mientras las lagrimas llenaban mi rostro. Era lo único que me llevaría, el recuerdo más hermoso que atesoraría en mi corazón.
Yo sellaba su boca una y otra vez. Me entregaba plenamente, como si el haber rozado la muerte me hubiera devuelto una mayor ansia por gozar, por sentirme viva entre los brazos del amor. Buscábamos juntos la sima del amor.
Esa era la inmediata realidad y llegamos a ese intercambio de anhelos fundiéndonos en un lazo, interminable abrazo que pretendía algo tan difícil como lo era entregar pasión. Después rodamos aun abrazados por la suave pendiente del reencuentro con la calma compartida, con esa ternura dulce y exquisita que es mucho más importante, a veces, cuando existe el amor.
Yo busque el refugio de su pecho y allí quedo mi desmayada cabeza con mis rubios y sedosos cabellos acariciándole la mano justo colgada en el lugar donde podría encontrar los latidos del corazón, todavía agitado por aquella felicidad…
Permanecimos así durante mucho tiempo. Me dormí. Y él, temía hacer el más leve movimiento que me despertara. No podía soportar la idea de romper con aquella maravillosa sensación de eternidad.
---Ni siquiera recordaras lo ocurrido…---murmuro…---No sabrás que te he amado con toda la ternura y pasión que un hombre puede ofrecer y nunca sabré si eso es algo para ti…---sonrió con amargura al tiempo que ladeaba la cabeza hacia la oscuridad de la ventana que aun no había comenzado a clarear. Despacio…, de a poco se fue quedando dormido.
A la mañana siguiente, la tormenta había cesado. Lo contemple y una lagrima callo de mis ojos por mis mejillas…hasta mi pecho.
--- ¡Te amo!...y te oí…lo agradezco de verdad…---le susurre al oído con vos quebrantada.
En el fondo sabía que no era un error pero tome mis cosas y en la claridad salí fuera. Huí porque a pesar de que ambos sentíamos lo mismo, éramos muy diferentes…y el eso si lo entendía…


Fin
Dedicado a P.H.S, consuelo más grande después de la tempestad de un amor engañado y un terrible corazón maltratado…

Amor pasajero



Todo en mi mundo parecía derrumbarse de a poco y mi corazón fundido en tinieblas se caía a pedazos. La crueldad de los días recaía sobre mí y eso reflejaba en mi cuerpo…en cuerpo y alma.
Lo único que recaía era la soledad…hasta que lo vi. Estaba allí, solo, sentado en la vereda. Tal vez pensativo, tal vez imaginando…y yo permanecí posada sobre el piso tras una puerta…observándolo. Contemplándolo. De pronto el deseo de tenerlo cerca era lo único que podía sentir. Ese deseo que se tiene la primera vez que el amor llega a las puertas del corazón. Un deseo que no cambiaria por nada ni nadie. Ese hermoso deseo de estar enamorada. Así continuamente me veía reflejada en el espejo. Y el…el siempre en el mismo lugar. En ese lugar donde su encanto bombardeaba las puertas y las paredes, pidiendo a gritos ser tomado…de apoco…despacito…
La tarde recaía, pero esta vez no dolía, sino que reía. Reía al compás de la vida. En un momento note un movimiento…yo temblaba mientras el se acercaba…
Y sin sentir aliento…del brazo me tomo y me beso. Me beso con tanta dulzura y pasión aferrando su cuerpo al mío con templanza y lujuria conjunta. No se que sentí pero me vi obedeciéndole. Sentía su locura en mis labios dejándome sin poder respirar más aire que el que desprendía de su cuerpo. Al soltarme, un suspiro nuestro salto…
Las campanas retumbaban en mis oídos. Todo se tiñó de colores.
---Te amo y siempre lo he hecho…este es el momento de decírtelo y no preguntes porque pero lo creí correcto antes de alejarme---me dijo y su voz varonil y corta replico un impulso en mi---Te amo…---Y sin dejarme decir nada me beso nuevamente y se fue…Jamás lo volví a ver y el lugar donde se encontraba vacío quedo, mientras una lagrima de mi mejilla callo.
Pero sobre la mesa, al acercarme, un papel encontré y en ese papel con letras doradas y perfumadas decía por última vez…



“Amor:
Siento dejarte así…pero por razones que jamás podrás comprender…debo partir. No se si tu perdón alguna vez tendré, pero yo querida, te aseguro, que jamás te olvidare. Soy tuyo…tuyo por siempre…por siempre y para siempre. Querido amor…tú no sabes como llora en silencio mi corazón…amor, mi gran y único amor…”
A.B.M
Corrí dejando caer el papel…corrí, desesperada por el campo sin rumbo intentando tal vez encontrarlo.
Y allí sobre el pasto arrodillada quede. Acostándome de apoco que de tendida con la mirada al cielo. Con la mirada perdida entre las nubes. Jamás volví a sentir su calor sobre mi piel…a ver su mirada sobre la mía y sonreír otra vez…

Fin

Las dos vidas: Amor y Desamor



El amor no tiene nombre, ni finalidad…ni comprensión…
Solo aparece, y cuando se acerca solo sentís que te tiemblan las rodillas,
Lo miras, y el corazón se modifica en su totalidad,
Y cuando te toca con la más mínima suavidad una mejilla,
No lo crees, pero ya sos de su propiedad y te entregas sin límites…
Te susurra al oído, que el universo es chico para algo tan inmenso,
Potencia tus virtudes y te acaricia el alma con lujuria.
En su mundo la vida va más allá de simples palabras,
Pasa por los hechos que son los que dominan los sueños
Mortifican y modifican a los sentidos brindando un significado…
Y dan la sabia pura de saberse queridos…
Te hace comprender que de entre tantos,
Solo con uno queres estar, vivir y dormir
Cuando no lo imaginas cerca, te impulsa el deseo de gritar: “Lo necesito”…
Te hace aceptar que esa persona se vaya con otro,
Solo si lo hace feliz…
Cerras los ojos y lo que esta penetrando tu vida aparece de entre tumultos silenciosos…
Te domina la idea de que no vivís sin el…
Pero no lo ves y por ello escondes tu rostro para evitar los insanos prejuicios.
Solo, se convierte en tu vida y como nada lo dejas todo por el…
Deseas que nunca se acabe, porque ya lo respiras…es tu salud…
Pero cuando todo termina, aparece la enfermedad…
Y sentís solo vacio y sabes que el único antídoto, antes de morir de simple necesidad…
Es precisamente, sentirlo cerca, cantando con las aves, un paraíso.
Sino se logra…los síntomas son devastadores:
Odiar, negar, encerrarte en el tiempo, alejarte de todos y de todos,
Melancolía aguda al principio, pero luego, de la nada, pasa a ser tu mayor temor,
La fragilidad puede hacer que te desgarres por dentro,
Hasta causar tu propia muerte…por no entender y por debilidad,
Ante los ojos y los recuerdos, para esto ya agotados…
Corres por caminos descalza. Corres…pero ya nadie te levanta…
Te pueden ver llorar…y te ignoran, mientras la pureza de las rosas se acaba por secar.
Sos sonámbulo de noche, y de día se marca demasiado tu frialdad,
No comes más…o el mismo organismo rechaza una mejora…
Los sentidos son más lentos,
Necesitas horas y horas para ver algo bello y a veces nada ocurre…
El sentimiento de ahogo acaba con la respiración,
Parece que gritas y nadie te escucha…
La motricidad disminuye, y cuando queres razonar y levantar la bandera de rendición,
La fuerza con que lo queres, se te escapa de las manos y allí perece tu imagen…
Para ese entonces no importas, y tu cuerpo agoniza rogando olvido por lo que no esta…
Tus restos se los lleva el viento y cada animal carroñero que aparece…
Ellos y vos son testigos de una única verdad:
Te enamoraste y eso que tenias no va a volver más…
Y el no se entera de todo el dolor que pasas y si lo sabe, no le interesa…
Se ríe de burla, mientras tu alma, se convierte en piedra de llanto…
Al finalizar su ciclo, en tu pequeña carita queda marcada la huella de una ilusión marchita…
Si conoces el amor, estas alto, poderoso, tenes algo…
Solo que si termina un sueño, una ilusión…
Si se pierde entre falsas esperanzas,
Algo tan puro que es una pequeña angustia necesitando algo posible,
Como la calma y el consuelo sincero
Terminas perdiéndolo todo y perdido entre la niebla que forma un camino ahogante.
Si te burlas te de un ángel, no sentís culpa…porque no sentiste lo mismo…
Pero cuando el destino se tuerce, y desea que sientas lo mismo que sintió ese una vez,
Te arrepentís y sabes que te toca pagar…
Hacerte débil entre lo fuerte que eras,
No te imaginas que esa persona que una vez heriste y de la que te reíste,
Puede seguir dispuesta a cobijarte a pesar de todo el mal…
Que esa persona siguió esperando cuando revivió y padeció noches y noches de suplica,
De amargura, de temerosidad, de pensamientos hostiles, de espera…
Tuvo fe y no se rindió…
Ahí sabes lo que valía…
Y cuando se es tarde, ¿Que remedio?
Se cerró el corazón y algo más poderoso
Quiso que pasara el mal y se abriera a otro suspiro…
Uno correspondido…
Luego de tanto y de tantas propuestas perdidas decide vivir de nuevo…
Mirar para otro lado,
Escapar de debajo de la cama y de la vieja rutina de nervios,
Rendirse ante lo fiel, lo calido y lo eterno…
Volver a vivir y no sufrir por amor…
Aun después de perder su primer vida…